Dec 13, 2010

Ser o no ser


A veces me cuesta ser. Simplemente ser. No es algo generalizable -aunque me gustaría tanto poder decir "a todos nos pasa lo mismo" o "todas las mujeres son así"-, y siento que de alguna forma generalizarlo sería evitar responsabilizarme de que es un tema mío, propio, individual, no del mundo.

Y si no es ser mujer, me complica estar casada, vivir en las complejidades del matrimonio, de lo que significa el amor, de lo que implica crecer al lado de un otro. Si no es el estar casada, me complica ser madre, qué tan bien lo estoy haciendo, qué me falta para ser mejor. Y si no es ser madre, me cuesta ser trabajadora, el tener un jefe, tener responsabilidades con otros, el tener que responderle a otros. Y la lista sigue, probablemente de forma eterna.

Me gustaría ser más light, ser de estas personas que no les preocupa nada, que pasan por la vida como si nada, sin interés en un significado más profundo, sin la preocupación de si lo están haciendo bien o no, sin preocuparse del ayer ni del mañana. Me gustaría ser de esas personas que se pueden reir con un chiste tonto, que se sienten a gusto con cualquier persona, que viven y dejan vivir. Me gustaría ser de esas personas que se levantan en la mañana listos para emprender el día, sin importar cuan repetitivo pueda parecer todo, sin importar que todas las semanas se parecen, sin importar si seguiré haciendo lo mismo durante toda la vida.

Me gustaría ser de esas personas que se sienten seguras en lo que hacen, que no dudan, que viven libre de cualquier pensamiento innecesario. Me gustaría ser de esas personas que se meten a este blog y lo cierran sin darle tanta vuelta, o de esas personas que no sienten ninguna necesidad de escribir un blog, ni de subir fotos a facebook, ni de ser alguien importante en este mundo, de esas personas que no ocupan valiosos momentos de vida en desear, esperar, ansiar: en fin, en esperar la vida en vez de vivirla.

Pero no. Soy de esas personas complicadas, compleja hasta en mi respiración, infinitamente crítica de mi misma y de los demás , asustada de lo que se viene o no en mi futuro. No vivo tranquila, y mi humor nunca es estable: hay días en que puedo estar alrededor de personas hablando de nimiedades, tomándome un trago, y estoy bien, pero hay otros en que sufro de lo inadecuada que me siento al estar entre otros que se sienten tan tranquilos al estar perdiendo el tiempo. Perdiendo el tiempo de qué? De cambiar el mundo? Soy de esas personas que tienen un lista de metas tan grande que sé que eventualmente terminaré sin hacer muchos y eso quizás me deprima. Soy de esas personas que está casada y logro encontrarle problemas en mi matrimonio donde no las hay. Soy madre, pero no lo suficientemente buena, y soy hija, lejos de ser la mejor.

Detesto tener un jefe y trabajar para otros, y sueño con el día en que pueda ser libre y manejar mis tiempos y -por deducción- me vida como quiera. Soy de esas personas que se queja de todo, de lo que fue, de lo que es, incluso a veces de lo que será. Sí, a veces soy negativa, y me la paso tirándole mierda a todo.

Pero a la vez, soy de esas que disfruta buscándole un sentido más profundo a la vida. El otro día le dije a mi amiga (OK, a mi terapeuta, pero detesto esa palabra! Siento que parezco payasa de Hollywood hablando de mi "terapeuta") -entre llantos- "Odio ser así!! Estoy sufriendo y no puedo vivir tranquila! Pero a la vez, prefiero ser así que vivir ciega entre tantos otros ciegos!" Disfruto buscándole el sentido más profundo a la vida. Y estoy segura que no es necesario ser un meollo de enredos cerebrales para finalmente encontrar ese sentido; de hecho, creo que todas las personas a las que admiro en este mundo, del pasado o del presente, son personas que han encontrado esa paz consigo mismas y con el mundo y que tienen una felicidad que les irradia desde todos los poros. Me tranquilizo con eso, con que una vez que pase esta gran pero gran tormenta en la que estoy envuelta, encontraré la paz y la aceptación que siempre he añorado.

Y creo que por eso me defino como mujer activista, no tanto por mi trabajo con los demás, por este blog, por mis pensamientos o filosofía. Es porque mi mayor lucha es diaria, es consciente, y es con la intención de vencer y encontrar ese estado de paz y tranquilidad. Aun me falta, amigas. Pero voy en camino.

Nov 29, 2010

"El Dalai Lama es feminista!"


El título de este post es algo que el propio Dalai Lama mencionó que han dicho de él, cuando tuve el honor de estar en su presencia el 23 de Mayo de este año. Tenzin Gyatso -el XIV Dalai Lama- es una de aquellas personas a las que admiro tremendamente, principalmente porque siempre es el primero en decir "soy simplemente una persona más" a pesar del poder espiritual que representa. No abusa de la posición en la cual lo hemos puesto, sino que se mantiene fiel a sus creencias y a su tarea de transmitir paz y amor por el mundo sin que esto se convierta en una odisea del ego.

Y sinceramente su mensaje es uno que hemos escuchado bastantes veces, de la boca de muchos maestros que han venido y han de venir. Pero no cansa escucharlo, porque es el mensaje más importante que podemos recibir: todos somos humanos, todos necesitamos amor y compasión, el único momento que tienes para expresar esto es AHORA.

Claro, hay mucho más que se podría agregar a esto que es tan simple y tan complejo a la vez. Pero hoy no hablo del Dalai Lama para transmitir su mensaje de impermanencia. Lo hago porque cuando estuve en su presencia, su discurso se centró de gran manera en nosotras, las mujeres.

El Dalai Lama es el primero en decir que la religión no es la única manera de ser feliz y de seguir un camino de compasión y amor. Por miles de años las mujeres hemos sido las principales propulsoras de amor y compasión, principalmente porque nos viene de forma casi innata a la hora de tener hijos. En toda especie existe una generalidad en cuanto a la protección que una madre pretende extender a sus hijos, y esa capacidad de amor y protección hacia otros se expande a todos aquellos que rodean a una mujer.

Yo soy la primera en criticar este tipo de planteamientos: hay mujeres que maltratan a sus hijos, hay mujeres que envenenan las relaciones, hay mujeres que promueven más una definición negativa de lo que es ser mujer que una de intensa compasión. Pero la verdad es que esto rápidamente se disuelve cuando me miro a mi misma y al resto de las mujeres que me rodean, a las mujeres que forman parte de mi entorno. Sólo veo a mujeres como las descritas por el Dalai Lama.

El Dalai Lama dijo "las mujeres son las que tienen el poder del futuro, porque son las que de manera innata conocen el verdadero sentido del amor y de la compasión. Las mujeres debieran promover activamente estos dones." Creo firmemente en que las mujeres tenemos dones que son hora de exhibir en toda su complejidad y belleza. Creo firmemente que el futuro depende en gran medida de nosotras y nuestras abilidades. Creo que es hora de saltar al vacío confiando en que nuestros pies descansarán en la cumbre más alta de nuestros sueños.

Nov 14, 2010

Siento, luego existo

No quiero desmerecer al famoso "Pienso, luego existo" de Descartes, pero no concuerdo con él. Mi opinión es que somos seres de alma y corazon, y que a pesar de que el pensamiento es un gran instrumento, la esencia del ser humano es emocional, sensible a concho, y está conectada a la infinidad incomprensible del amor. Antes -y no hace mucho- yo luchaba incesablemente por lograr manejar esto, esconderlo incluso, como si fuera algo ante lo cual tuviera que sentir verguenza. Sensibilidad, pasión, intensidad: todo era algo que podía entregar sólo cuando me encontraba en momentos de completa comodidad, con personas de mi completa confianza, y ni siquiera ahí dejaba fluir toda la fuerza que se encuentra dentro de mi.

Que irónico que he luchado durante mucho tiempo por ser "más fuerte", "madurar", "ser profesional", sólo para darme cuenta de que las personas a las que más admiro, las personas que considero modelos a seguir, se caracterizan por su capacidad de dejar fluir esa pasión sin temor, sin verguenza, sin la necesidad de sentirse aceptados por las personas que los rodean. Al final, sin siquiera preocuparse por ello, estas personas inevitablemente terminaron siendo admiradas por el mundo entero, simplemente por ser capaces de dejar que la pasión del amor fluyera infinitamente por ellos.

¿No es increíble que cuando ocurre una tragedia, como el terremoto que azotó a Chile este año, o el que ocurrió más temprano en Haití, o los 33 mineros -que a pesar de haber salido vivos de allí mantuvo al mundo entero con angustia, por la posibilidad de que pudiesen nunca más salir, ni ver a sus familias, ni saber lo que es respirar el aire puro-, todos recurrimos a nuestra esencia, la esencia del amor infinito, de la compasión, del reconocimiento que somos todos partes de lo mismo, de que somos sólo uno? No es increíble que los momentos que más te han impactado son aquellos que has vivido con las personas que más amas, con personas que sienten lo mismo que tu, o en lugares que te transmiten algo que no puede ser explicado en palabras? No te parece increíble que la mayor parte del tiempo la gran mayoría de las personas no se sienten así?

Creo que las mujeres tenemos una ventaja frente a los hombres cuando se trata de honrar esta esencia pasional, de infinito amor. Y esa ventaja hay que reconocerla, abrazarla, y utilizarla.

Durante la conferencia Women and Power a la que asistí, habló Phyllis Rodriguez, una mujer que perdió a su hijo en la caída de las torres gemelas. Con toda la rabia, pena, y terror que existía en el corazon de esta mujer, además de solicitarle al gobierno estadounidense que no acudiera a acciones violentas contra Afghanistan, Phyllis Rodriguez decidió reunirse con Aicha el-Wafi, madre de uno de los "terroristas" que había estado involucrado en la tragedia. Es muy emocionante lo que cuenta Phyllis que sucedió cuando se vieron: Phyllis dice que vio el temor en la cara de Aicha cuando ella se le comenzó a acercar, y que al ver este temor, al verle la cara a una mujer igual que ella que estaba sufriendo enormemente, simplemente le extendió los brazos, y ambas lloraron por un buen rato. Estas dos mujeres, de todas las posibles reacciones y comportamientos que podrían haber optado tener una hacia la otra, decidieron sacar del dolor común la fuerza para recorrer el mundo hablando en contra del odio, de la violencia, del resentimiento, y luchar por la paz, el amor, apoyo, y comprensión.

Este es un ejemplo extremo. Pero es la historia del mundo entero: es más fácil reconocer nuestras similitudes, la esencia de nuestra existencia, cuando nos vemos sometidos a experiencias críticas. Incluso debo admitir que yo suelo perder esta capacidad de reconocer mi esencia, y que debo trabajar constantemente para no perderla de vista. Pero esta es la reflexión que quiero dejar plasmada hoy aquí: por qué nos perdemos en tanta nimiedad durante nuestra existencia cuando nuestra esencia, e incluso aquellas cosas que facilitan el surgimiento de nuestra esencia, es tan clara? Por qué optamos por vivir la mayor parte del tiempo sumidos en un sueño incapacitante cuando la mayor parte de nosotros sabe lo que significa estar despierto?

Hoy nos reto -te reto- a vivir despierta diariamente, a concientemente hacer algo a diario que te despierte, ya sea llamar a alguien para decirle cuánto lo aprecias, o darte 5 minutos por la mañana para darle gracias al Universo. Incluso una sonrisa nos puede volver a conectar con nuestra esencia, la esencia de ser parte de una conexión universal inquebrantable.

          

Oct 31, 2010

Mujeres al borde de un ataque de nervios

Una nueva mujer presidenta en sudamérica. Mi reacción inmediata es de alegría: "Wow! Las mujeres estamos tomando el poder en el mundo!" Tengo una especie de sueño en el cual las mujeres logramos estar en esos puestos que consideramos de "poder": presidentas, alcaldesas, dueñas de la empresa, líderes de organizaciones, etc. Me gusta imaginarme lo que sería de este mundo si nuestra cultura fuera matriarcal, donde todas las presidentas del mundo se reunieran a hablar desde el corazon, buscando las mejores soluciones para el futuro de nuestros hijos. Las mujeres tenemos una sensibilidad tan especial que no dudo que nuestro mundo tendría un sentir completamente distinto si fuésemos las que tuviesemos el rol de liderar. Algunas se preguntarán "¿Y acaso los hombres no son capaces de lo mismo? Y mi respuesta es no.

Si hay algo que he aprendido a aceptar durante este último tiempo es que las diferencias entre hombres y mujeres existen. ¿Completamente obvio? Para mi no lo era, no porque no lo viera, sino porque para mi siempre fue esencial demostrarle al mundo que yo era capaz de hacer exactamente lo mismo que un hombre: yo podía ser agresiva, podía tener músculos y mover objetos pesados, podía ser líder de un grupo, podía escupir al suelo y responderle a aquellos que me piropeaban con algo aun más atrevido. Yo podía dominar a un hombre, y cuando lo lograba, miraba airosa a mi alrededor y me consideraba exitosa.

Siempre me apestó ser considerada mujer. Así de simple. Mis típicos comentarios cuando veía un programa de conversación o algún video de música en la televisión eran "¿Por qué son tan tontas las mujeres?" Rechazaba (y aun rechazo, en parte) depilarme y vestirme "femeninamente". Rechazaba cualquier cosa que me mantuviera catalogada como mujer, porque para mi ser mujer era sinónimo de ser débil. Ser una mujer que pudiese comportarse igual que un hombre era mi meta.

Hoy me río de esto, porque me doy cuenta de lo ingenua e infantil de mi forma de pensar. Yo, que siempre me consideré de lo más genial en cuanto a como me manejaba en cualquier entorno social -con líderes, con hombres- estaba tan mal enfocada que durante todos estos años no hice más que atrasar mi pleno desarrollo como mujer. Con el tiempo me he dado cuenta que ser mujer con todas nuestras sensibilidades, sueños, rollos, ideas, relaciones, observaciones, creaciones, fantasías, pasiones, y tantas cosas más, es nuestro poder, es el poder que nos pertenece. Yo misma había caído en la mentalidad patriarcal que nos dice que las mujeres somos menos, porque somos muy emotivas, muy rollentas, muy preocupadas de nimiedades, muy sensibles, muy raras, muy locas. Cuando en realidad hoy me doy cuenta que todo lo que yo soy como mujer es lo que me hace preciosa, es lo que me hace poseedora de un poder único.

He aquí el dilema de muchas mujeres hoy: ¿Cómo llego a ser una líder sin caer en la repetición del modelo masculino? Durante la conferencia a la que atendí en septiembre, una presentadora nos preguntó: "¿Cuántas de ustedes han tenido una jefa agresiva, fría, distanciada de sus emociones?" Muchísimas levantamos la mano. Luego preguntó: ´"¿Y cuántas de ustedes han sido esa jefa?"  Varias levantaron la mano. Este es un problema que debemos enfrentar día a día en nuestras vidas personales, nuestros roles de trabajo, o en cualquier situación en la que nos encontremos: ser líder consiste en encontrar nuestra voz, no en repetir el modelo masculino. No quiero inferir que todos los hombres son terribles, agresivos, y básicamente negativos en su forma de liderar, porque sé que hay muchos hombres que hacen un trabajo bastante bueno cuando se trata de liderar a otros. Pero el modelo de poder masculino nos ha llevado a la mayor parte de los grandes desastres que han habido durante nuestra existencia, y el modelo masculino ha sido el que hoy reina en el mundo. Yo creo en el poder innato de la mujer, que no hemos tenido la suerte de conocer a cabalidad durante nuestra generación. Por eso, aunque veo otra mujer tomar el mando de un país, el asombro se transforma rápidamente en reflexión: ¿Será esta mujer una mala copia de un hombre o será esta mujer capaz de utilizar todas sus cualidades inherentes que erroneamente hemos aprendido a resentir durante tanto tiempo y que están desesperadamente ansiosas por emprender el vuelo?

Oct 16, 2010

Lo que es ser activista

Amigas, hermanas, mujeres:

Estoy contenta de estar haciendo esto. A pesar de que no sé cuántas personas efectivamente leen esto, es una forma de no sólo sentirme más conectada y acompañada por mis hermanas mujeres, sino que de desarrollarme personalmente.

¿Es esto una forma de activismo?

Sí.

Una de las cosas que mencioné en el primer post es qué es lo que yo considero "activismo". Para muchas (incluso para mi) viene la imagen de una persona que se mueve dentro de círculos sociales, dentro de la comunidad, creando oportunidades, experiencias, conciencias que sirven para despertar a otros, que sirven para -como se dice- "cambiar el mundo".

Esto es importante. Nuesto valor individual es demasiado precioso para mantenerlo para nosotras mismas. Conozco a tantas mujeres increíbles, y cada una de ellas con un valor inmedible, que no dudo que somos capaces de emanar nuestra auténtica esencia y con esto potenciar a otros.

Pero creo que una de las partes más importantes de ser activista viene con un trabajo personal, con conocerse a sí misma y valorarse a sí misma por encima de todas las cosas, no porque los demás valgan menos o porque uno sea extremadamente especial, sino porque el trabajo que uno hace para otros nunca tiene la potencia tan grande como la que tiene cuando uno lo hace desde un lugar y una sensación de paz interior.

Esto lo creo porque es mi experiencia. Pero también, lo reiteré por la cantidad de mujeres que escuché en la conferencia que confirmaban que ellas recién pudieron convertirse en ese agente de cambio que tanto querían ser cuando lograron mirarse y decir "es hora de sanarme a mi misma". Sí, esto lo dijo Zainab Salbi (www.womenforwomen.org), hija del piloto de Saddam Husseim que vivió gran parte de su niñez aterrorizada por la relación obligatoria que tenía con este hombre, que fue casada en un matrimonio arreglado con un hombre abusivo, y que terminó por crear una de las grandes organizaciones humanitarias enfocadas hacia mujeres sobrevivientes de zonas azotadas por la guerra. Durante su presentación, comentaba cómo la realización de que era hora de volcarse hacia sí misma ocurrió en un momento en que estaba junto a una mujer en Congo (si no están al tanto de lo que está ocurriendo hoy, en este momento en Congo, es cosa de buscar "women in Congo" en google, o vayan aquí) llamada Nebitu. Nebitu tenía 52 años cuando la conoció Zainab hace un par de años, y le contó acerca de cómo fue violada junto a sus tres hijas de 22, 21, y 9 años por un grupo innumerable de hombres. Los hijos de Nebitu fueron obligados a sostenerles las piernas y manos de su madre y hermanas mientras los hombres las violaban. Uno de los violadores ordenó a uno de los hijos de Nabitu que violara a su madre, y él se negó, por lo cual le dispararon en los pies.
Zainab cuenta que la mujer le dijo "No tengo nada. No tengo casa, estos 'zapatos' que tapan mis pies están hechos de basura, este vestido me fue regalado por alguien. No tengo absolutamente nada". Entonces Zainab le dijo "qué puedo hacer por ti?" Y lo único que le pidió la señora fue que Zainab contara su historia, que le diera a conocer al mundo lo que pasaba en la vida de muchas mujeres en Congo, para que esto no tuviera que volver a ocurrir. 
Zainab (que es una mujer absolutamente hermosa y que se ve una mujer más fuerte que una piedra) dice que lloró durante las cinco horas de viaje desde Congo hasta Rwanda. Esta fue una de las lecciones de humildad más grandes de su vida, dice. "Esta mujer, analfabeta, sin hogar, que había mirado al terror en los ojos, tenía más coraje y fuerza que yo", dice Zainab. "Hasta este momento, yo no tenía coraje. Mucha gente me ve como una mujer valiente: he estado en Bosnia en medio de la guerra, Kosovo en medio de la guerra, Afghanistan en medio de la guerra, y no es gran cosa para una persona que nació y creció en una guerra (...) pero siempre estuve mirando y trabajando hacia fuera, en vez de tener el coraje de mirar hacia dentro. El coraje realmente está aquí. ¿Tienes el coraje de dar a conocer tu verdad tal cómo lo hizo Nabitu?"
Zainab luego cuenta que hasta el 2005 no le había contado a absolutamente nadie que era hija del piloto de Hussein. Hussein era su "tío". "Tenía tanto miedo de contarle eso a alguien, no sólo por lo que las personas saben acerca de Saddam Hussein, sino porque también temía que si lo contaba, las personas dejarían de ver mi rostro, y comenzarían a ver el suyo. Trabajé tanto toda mi vida para demostrar que yo era valiosa por misma, que tenía mis sueños, mis fortalezas, mis debilidades, pero que yo era yo, porque en Iraq crecí como 'la hija del piloto de Saddam Hussein'. No tenía el coraje de contar esto porque sentía que mi persona desaparecería. Y me di cuenta 'no puedo tener la credibilidad de sentarme con personas como Nabitu si no tengo el coraje de romper mi propio silencio'. Mi viaje fue desde salvar a otros a darme cuenta que no funciona así. Es salvarnos a nosotras mismas, de salvarme a mí misma! Y ese fue el viaje más difícil".

Sí, lo sé. Zainab ha vivido una vida de trauma extrema. Por supuesto que tiene el derecho de sentir eso, siendo una mujer traumatizada por Saddam Hussein, haber estado en un matrimonio arreglado, haber sido violada. Por supuesto que ella tiene el derecho de focalizarse en sí misma. Se lo merece.

¿Acaso tú y yo no?

Curiosamente, Zainab no es la única mujer que habló acerca de esto. Básicamente todas las mujeres que hablaron en la conferencia se refirieron de alguna u otra manera al viaje personal que debe hacer cada mujer, cada persona, para llegar a ese lugar de paz en donde la ayuda a otros se hace sin esfuerzo y con una conciencia personal completa.

Pero, si aun necesitan otro ejemplo, un ejemplo desde el polo opuesto, está Jennifer Buffet. Jennifer Buffet es esposa de Peter Buffet, segundo hijo del magnate inversionista Warren Buffet, uno de los hombres más adinerados del mundo. Esta mujer dio uno de los discursos más emotivos de toda la conferencia. Y no fue sólo porque dio a conocer su proyecto (The Girl Effect), ni porque tiene el don de la palabra, sino porque habló de sí misma con una honestidad admirable. Habló de su lucha personal como mujer, que recién comenzó a cambiar cuando estaba llegando a los 40.

Ahora, muchas personas pueden decir, "O.K., mujer americana, de clase media, casada con un hombre millonario... qué problemas puede tener ella?" Especialmente después de escuchar la historia de Zainab y Nabitu, qué dificultades tan imensas puede tener Jennifer Buffet, o cualquiera de nosotras si vamos al hecho...

Curiosamente, la misma Zainab responde a esto en su discurso: ""Estoy convencida de que cada mujer tiene su historia. Sé que muchas crecieron entre medio de los privilegios de América [o de nuestro mundo Occidental], pero estoy convencida que cada mujer tiene su historia". Efectivamente, todos tenemos nuestra propia historia, y en el contexto de nuestras vidas nuestras experiencias pueden llegar a sernos tan dolorosas como lo es para Zainab haber sido "la hija del piloto de Saddam Hussein". Personalmente, estoy convencida de esto. Y cuando escuchas a una mujer que pareciera que lo ha tenido todo (Jennifer Buffet) hablar de como, por distintas circunstancias de su vida (y de una manera muy subjetiva, por lo demás), siempre sintió que no tenía el derecho de honrar sus deseos y sueños más íntimos, te miras a ti misma y dices "hmm... que cosas debo sanar en mi para realmente ser todo lo que mi potencial de mujer me permite?" porque aunque siempre lo has sabido, escuchar a mujeres que han hecho cosas increíbles confesar que todo lo que han hecho sólo ha cobrado la importancia que tiene cuando volcaron su atención hacia sí mismas y sus necesidades más íntimas te reafirma que el trabajo más importante que puedes hacer en tu vida es el que te lleva a valorarte y quererte por sobre todas las cosas.

Esto no es desde una filosofía individualista donde "yo" soy el centro del universo. Tengo claro (y espero que ustedes también) que no soy nada más que una ínfima parte de este Universo. Pero también tengo claro que ese rol que tengo en el Todo lo debo hacer de la mejor manera posible, y sólo podré llegar a ser un medio para la belleza del Universo cuando sea capaz de honrar mi papel. Cuando sea capaz de honrarme como tal.

Personalmente y en este momento, llegar a mi máximo potencial involucra alimentación sana, terapia personal (músicoterapia, lo cual me tiene muy contenta porque está más relacionado a lo que yo soy), nutrir mis relaciones, este blog (jiji), y muchas otras cosas. A la vez, trabajo con otros en la mejor forma que sé, y es mi pasión ayudar a otros y vivir mi trabajo aprendiendo. Para otras, es completamente distinto. Pero lo que es seguro es que alcanzar el máximo potencial en nuestras comunidades y finalmente en nuestra sociedad comienza y se fortalece a través del trabajo que dedicas a crecer infinitamente como ser humano.

Si dudas, y dices "Yo no necesito hacer eso! Estoy super bien como estoy ahora!" tengo dos respuestas para ti. En primer lugar, si realmente has llegado a ese estado mental y espiritual de paz, felicitaciones. Me imagino que eres capaz de entregar mucho a los que te rodean, y espero que lo estés haciendo en todas las formas y acciones que puedas.
Pero, para ti, para ti que aun tienes camino por recorrer, tienes todo el derecho de darte los tiempos y espacios para cumplir con lo que tu quieres que sea esta vida para ti. Crea la vida que vives, crea el bienestar en tu vida, sánate a través de lo que tú crees que te va a sanar. Porque sólo así te convertirás en un verdadero agente de cambio.

Oct 3, 2010

Eva (y Adán...)


Una de las cosas más inspiradoras de asistir a una conferencia dedicada al tema de Mujeres y Poder es la cantidad de historias que escuchas. Mujeres de todo el mundo, de todas las edades, de distintos sectores sociales y económicos, de experiencias variadas, todas juntas para compartir lo que han vivido, y lo que han llegado a ser hoy, todas increíbles sobrevivientes de sus propias historias. Todas con la meta común de vivir sus vidas lo mejor posible, y eventualmente ayudar a otras a hacer lo mismo.
                Una de las cosas que más me llamó la atención era la cantidad de mujeres que desde una edad muy temprana mostraron marcado interés no sólo por ayudar a otros, sino de hacer sus ideales más íntimos una realidad. Así, muchas de las mujeres que conocí comenzaron sus propias ONG a edades tempranas, y siguieron fieles a sus ideales hasta que sus organizaciones lograron convertirse en ejemplos mundiales y las cuales hoy ayudan a miles de mujeres (y por ende, comunidades) a surgir.
                Cuando escucho esas historias, usualmente se me viene el pensamiento inútil de que yo no he hecho lo mismo. A pesar de tener tantos intereses desde una edad temprana, rara vez me he movilizado continuamente para lograr un objetivo a más largo plazo. He ido a marchas, reuniones, seminarios, charlas, conferencias, y talleres, además de los estudios más extendidos en la universidad (como mi carrera universitaria, un diplomado, y un máster), pero nunca he puesto algo de esto en un proyecto que refleje mis ideales sociales, rara vez he convertido todo esto en un fin palpable.
                Pero creo que de cierta forma esta falta de acción es básicamente una falta de conocimiento (de las tantas oportunidades que existen para que uno se movilice), de apoyo, y básicamente, de confianza. Hoy me siento tremendamente capacitada para compartir y movilizar a los que me quieran acompañar, porque me doy cuenta de la tremenda cantidad de recursos que existen (tecnológicos, sociales, e incluso monetarios) para producir un cambio. Hoy me doy cuenta que uno esencialmente puede hacer lo que quiera, es sólo cosa de MOVERSE.
                Amigas, quiero que utilicen este medio para informarse acerca de acciones, proyectos, y organizaciones de mujeres tan diferentes y similares a cada una de ustedes. Quiero que Chile se llene de mujeres que se movilicen, y es hoy cuando más se necesita gente comprometida por un objetivo. Pero creo que lo esencial es que ustedes se movilicen en lo que realmente creen. Es difícil producir un cambio si la atención de uno cambia radicalmente de un tema a otro, sin llegar a entender lo suficiente y necesario para ser un agente importante en un área. Conozcámonos, apoyémonos, y movilicémonos, pero no olvidemos que lo mejor que puedes hacer es dedicar tus fuerzas a algo que realmente te apasiona.

* * *

                La primera persona que habló en la conferencia es Carla Goldstein. Actualmente es directora del Women’s Institute en Omega, pero ha hecho varias cosas (activista, profesora, abogada). Habló durante toda la conferencia, pero me voy a referir aquí a su discurso inicial (no era considerada una presentadora, sino más bien una facilitadora entre discursos principales, y como mi intención es darles a conocer la totalidad de la conferencia, la estoy incluyendo).
                Carla Goldstein habló de su hija que pronto va a celebrar su Bat Mitzvah (celebración en la religión judía que significa “Hija de los Mandamientos” - Bar Mitzvah “Hijo de los Mandamientos” para los hombres - y que se celebra a los 12 o 13 años para las mujeres). Los Bat Mitzvah no siempre se celebraron - comenzó a celebrarse en 1922, pero los ortodoxos aun sólo lo permiten para los hombres. El Bar o Bat Mitzvah es una celebración en la cual el niño o niña oficialmente se convierte en un practicante de la religión judía por sus propios medios, es decir, se le considera responsable de profesar su religión y participar de actividades religiosas sin la observación ni guía de sus padres. Durante el Bar o Bat Mitzvah el niño o niña tiene que leer una porción del Torah, el libro más sagrado de los judíos.
                A esta niña justo le tocaría leer la parte acerca de la creación (Adan y Eva), y con la intención de animar a su hija a entender más, Carla Goldstein decidió buscar junto a ella en internet distintas versiones de “la creación”. Básicamente, la historia siempre seguía la misma secuencia: Adán y Eva eran completamente inocentes hasta que Eva decidió caer en la tentación, comiendo del árbol del conocimiento. Fue Eva la que llevó a Adán a romper su promesa con Dios, y básicamente fue Eva la culpable de la expulsión de ambos del jardín del Edén, el comienzo de la perdición de la humanidad.
                Por supuesto, uno puede interpretar esta historia de otra forma: Eva puede ser vista como una mujer tremendamente valiente que tomó un paso enormemente importante para nuestro desarrollo como seres humanos. Es una interpretación válida, pero usualmente no es la que primeramente nos viene a la cabeza. Las historias llegan a arraigarse de una manera profunda en nuestro inconciente, y a formar parte de nuestras propias narrativas. Por mucho de que muchas (incluyéndome) no somos religiosas, esta historia ha formado parte de nuestra existencia, e incluso puede verse como una justificación desde el comienzo de los tiempos de la sociedad patriarcal. ¿Cómo sería de distinta nuestra concepción acerca de nosotras mismas si fuésemos criadas con una historia de la creación en la cual las mujeres fuesen definidas como heroínas, como capaces de enfrentarse exitosamente a complejidades morales y sociales?
                No sé qué tanto estoy de acuerdo con Carla Goldstein en cuanto a la influencia de esta historia en nuestro inconciente colectivo, pero sí fue una de las tantas historias que escuché durante la conferencia que me hicieron cuestionarme por qué nunca había mirado eso de tal forma y siempre lo había dado por sentado.
               

Sep 29, 2010

Conociéndonos, apoyándonos, movilizándonos

     Amigas, hermanas, mujeres: Este fin de semana asistí a una conferencia que fortaleció muchas de las creencias que llevo en mi. La conferencia se llamó "Mujeres y Poder" y se llevó a cabo en el Instituto Omega (www.eomega.org) en Rhinebeck, New York. La sensación de estar entre centenares de mujeres que compartían la creencia fundamental de que las mujeres tenemos características emocionales, intelectuales, y relacionales que aun son ignoradas o que en el peor de los casos aun están dormidas nos unía a todas. Habían mujeres de todas partes del mundo: Haití, Bulgaria, Burundi, Chile (yo, jiji), Canadá. Y todas habían asistido a esta novena versión de la conferencia con la esperanza de encontrar apoyo en mujeres de mentalidad similar para seguir trabajando en lograr hacer de sus sueños una realidad.
     Yo nunca me he definido como feminista ni como activista, posiblemente porque yo misma conceptualizaba estas dos palabras de una forma extremista. Pero hoy puedo decir que soy ambas, porque hoy defino feminista como una persona que cree que las mujeres tienen un potencial inexplorado, que no necesariamente es lograr igualdad con el hombre. Sí, hemos logrado básicamente (gracias a mujeres increíbles del pasado) en nuestro mundo occidental el derecho a votar, el derecho a utilizar pantalones, el derecho a luchar por nuestras creencias, el derecho a ser presidenta de un país (y en muchas partes nada de  esto se logra aun... por lo cual esta definición de feminismo sigue siendo totalmente relevante y válido). Pero creo que el paso siguiente es darnos cuenta que las diferencias (y sí, las tenemos) que existen entre nosotras y el hombre son la esencia del feminismo, son la esencia de lo que nos hace poseedoras de un poder inexplorado. (Quiero aclarar aquí que mi definición de feminismo en ningún caso tiene que ver con disminuir a los hombres... me definición de feminismo esencialmente tiene poco que ver con el hombre. Más a seguir en próximos post acerca de esto).
     La definición de activismo es un poco más complicada. Creo que hay distintas formas de ser activista: el lograr ser 100% vegetariana ha sido una forma de activismo según me punto de vista, porque he logrado un cambio personal radical que tiene fundamentos (ambientales, nutricionales, y éticos) y que ha impactado mi vida personal positivamente. Tal como esto, muchos pueden ver distintos cambios al nivel individual como activismo: hacer meditación todos los días, reciclar, utilizar menos energía, apagar el agua mientras uno se lava los dientes, comprar productos orgánicos locales, ser buena con mi  mascota, dejar de ver películas de terror (?), etc. Estos cambios se pueden definir como "activismo" no sólo por el hecho de que reflejan un cambio en la vida de uno, sino porque son reflejo de un cambio societal mayor.
    Creo que uno debe partir por un activismo individual, porque es parte de la evolución hacia un activismo social. Pero, para mi, la palabra "activismo" sólo adquiere valor cuando el activismo individual se ha extendido fuera de las puertas de nuestra casa. 
     Este blog es una forma de activismo. Mi deseo es que todas las amigas, hermanas, mujeres, encuentren un espacio donde puedan compartir lo que están haciendo no sólo por movilizarse en sus propias vidas personales, sino por movilizar a sus familias, amigos, comunidades. Creo que de alguna forma u otra, todas lo están haciendo. Pero aun si sientes que no lo estás haciendo, podrás sacar valor y aliento desde lo que estamos haciendo las mujeres a tu alrededor.
     Mucho de lo que escriba aquí va a surgir de lo que escuché durante los tres días de conferencia. Afortunadamente, decidí comprar la conferencia completa, lo cual tengo en audio, y mi intención es dar a conocer a todas ustedes lo que se habló durante esos tres días, sumado a recursos en internet o literarias donde puedan recurrir a aprender más de ciertos temas. Vinieron muchas mujeres de todas partes del mundo no sólo a escuchar lo que se habló, sino también para hablarnos acerca de cómo ellas han transformado sus experiencias traumáticas en acciones de impacto positivo. Ahora, yo sé que muchas de nosotras no hemos tenido las experiencias traumáticas de guerra, violación, abuso sexual, o muerte en nuestras familias (muchas sí). Pero una de las cosas más importantes que aprendí, o mejor dicho, reafirmé después de estos tres días es que la experiencia de una nunca es menos importante que la de otra. Es ahí donde empieza tu activismo y la aceptación de tí misma, cuando le das la importancia a tus experiencias tal como se la darías a cualquier otra persona.
     Por favor, no duden en escribirme a mujeresactivas@gmail.com o en este mismo blog para sugerir ideas, debatir, y crear la realidad que tu quieras.

Con cariño,

Natalie