Nov 29, 2010

"El Dalai Lama es feminista!"


El título de este post es algo que el propio Dalai Lama mencionó que han dicho de él, cuando tuve el honor de estar en su presencia el 23 de Mayo de este año. Tenzin Gyatso -el XIV Dalai Lama- es una de aquellas personas a las que admiro tremendamente, principalmente porque siempre es el primero en decir "soy simplemente una persona más" a pesar del poder espiritual que representa. No abusa de la posición en la cual lo hemos puesto, sino que se mantiene fiel a sus creencias y a su tarea de transmitir paz y amor por el mundo sin que esto se convierta en una odisea del ego.

Y sinceramente su mensaje es uno que hemos escuchado bastantes veces, de la boca de muchos maestros que han venido y han de venir. Pero no cansa escucharlo, porque es el mensaje más importante que podemos recibir: todos somos humanos, todos necesitamos amor y compasión, el único momento que tienes para expresar esto es AHORA.

Claro, hay mucho más que se podría agregar a esto que es tan simple y tan complejo a la vez. Pero hoy no hablo del Dalai Lama para transmitir su mensaje de impermanencia. Lo hago porque cuando estuve en su presencia, su discurso se centró de gran manera en nosotras, las mujeres.

El Dalai Lama es el primero en decir que la religión no es la única manera de ser feliz y de seguir un camino de compasión y amor. Por miles de años las mujeres hemos sido las principales propulsoras de amor y compasión, principalmente porque nos viene de forma casi innata a la hora de tener hijos. En toda especie existe una generalidad en cuanto a la protección que una madre pretende extender a sus hijos, y esa capacidad de amor y protección hacia otros se expande a todos aquellos que rodean a una mujer.

Yo soy la primera en criticar este tipo de planteamientos: hay mujeres que maltratan a sus hijos, hay mujeres que envenenan las relaciones, hay mujeres que promueven más una definición negativa de lo que es ser mujer que una de intensa compasión. Pero la verdad es que esto rápidamente se disuelve cuando me miro a mi misma y al resto de las mujeres que me rodean, a las mujeres que forman parte de mi entorno. Sólo veo a mujeres como las descritas por el Dalai Lama.

El Dalai Lama dijo "las mujeres son las que tienen el poder del futuro, porque son las que de manera innata conocen el verdadero sentido del amor y de la compasión. Las mujeres debieran promover activamente estos dones." Creo firmemente en que las mujeres tenemos dones que son hora de exhibir en toda su complejidad y belleza. Creo firmemente que el futuro depende en gran medida de nosotras y nuestras abilidades. Creo que es hora de saltar al vacío confiando en que nuestros pies descansarán en la cumbre más alta de nuestros sueños.

Nov 14, 2010

Siento, luego existo

No quiero desmerecer al famoso "Pienso, luego existo" de Descartes, pero no concuerdo con él. Mi opinión es que somos seres de alma y corazon, y que a pesar de que el pensamiento es un gran instrumento, la esencia del ser humano es emocional, sensible a concho, y está conectada a la infinidad incomprensible del amor. Antes -y no hace mucho- yo luchaba incesablemente por lograr manejar esto, esconderlo incluso, como si fuera algo ante lo cual tuviera que sentir verguenza. Sensibilidad, pasión, intensidad: todo era algo que podía entregar sólo cuando me encontraba en momentos de completa comodidad, con personas de mi completa confianza, y ni siquiera ahí dejaba fluir toda la fuerza que se encuentra dentro de mi.

Que irónico que he luchado durante mucho tiempo por ser "más fuerte", "madurar", "ser profesional", sólo para darme cuenta de que las personas a las que más admiro, las personas que considero modelos a seguir, se caracterizan por su capacidad de dejar fluir esa pasión sin temor, sin verguenza, sin la necesidad de sentirse aceptados por las personas que los rodean. Al final, sin siquiera preocuparse por ello, estas personas inevitablemente terminaron siendo admiradas por el mundo entero, simplemente por ser capaces de dejar que la pasión del amor fluyera infinitamente por ellos.

¿No es increíble que cuando ocurre una tragedia, como el terremoto que azotó a Chile este año, o el que ocurrió más temprano en Haití, o los 33 mineros -que a pesar de haber salido vivos de allí mantuvo al mundo entero con angustia, por la posibilidad de que pudiesen nunca más salir, ni ver a sus familias, ni saber lo que es respirar el aire puro-, todos recurrimos a nuestra esencia, la esencia del amor infinito, de la compasión, del reconocimiento que somos todos partes de lo mismo, de que somos sólo uno? No es increíble que los momentos que más te han impactado son aquellos que has vivido con las personas que más amas, con personas que sienten lo mismo que tu, o en lugares que te transmiten algo que no puede ser explicado en palabras? No te parece increíble que la mayor parte del tiempo la gran mayoría de las personas no se sienten así?

Creo que las mujeres tenemos una ventaja frente a los hombres cuando se trata de honrar esta esencia pasional, de infinito amor. Y esa ventaja hay que reconocerla, abrazarla, y utilizarla.

Durante la conferencia Women and Power a la que asistí, habló Phyllis Rodriguez, una mujer que perdió a su hijo en la caída de las torres gemelas. Con toda la rabia, pena, y terror que existía en el corazon de esta mujer, además de solicitarle al gobierno estadounidense que no acudiera a acciones violentas contra Afghanistan, Phyllis Rodriguez decidió reunirse con Aicha el-Wafi, madre de uno de los "terroristas" que había estado involucrado en la tragedia. Es muy emocionante lo que cuenta Phyllis que sucedió cuando se vieron: Phyllis dice que vio el temor en la cara de Aicha cuando ella se le comenzó a acercar, y que al ver este temor, al verle la cara a una mujer igual que ella que estaba sufriendo enormemente, simplemente le extendió los brazos, y ambas lloraron por un buen rato. Estas dos mujeres, de todas las posibles reacciones y comportamientos que podrían haber optado tener una hacia la otra, decidieron sacar del dolor común la fuerza para recorrer el mundo hablando en contra del odio, de la violencia, del resentimiento, y luchar por la paz, el amor, apoyo, y comprensión.

Este es un ejemplo extremo. Pero es la historia del mundo entero: es más fácil reconocer nuestras similitudes, la esencia de nuestra existencia, cuando nos vemos sometidos a experiencias críticas. Incluso debo admitir que yo suelo perder esta capacidad de reconocer mi esencia, y que debo trabajar constantemente para no perderla de vista. Pero esta es la reflexión que quiero dejar plasmada hoy aquí: por qué nos perdemos en tanta nimiedad durante nuestra existencia cuando nuestra esencia, e incluso aquellas cosas que facilitan el surgimiento de nuestra esencia, es tan clara? Por qué optamos por vivir la mayor parte del tiempo sumidos en un sueño incapacitante cuando la mayor parte de nosotros sabe lo que significa estar despierto?

Hoy nos reto -te reto- a vivir despierta diariamente, a concientemente hacer algo a diario que te despierte, ya sea llamar a alguien para decirle cuánto lo aprecias, o darte 5 minutos por la mañana para darle gracias al Universo. Incluso una sonrisa nos puede volver a conectar con nuestra esencia, la esencia de ser parte de una conexión universal inquebrantable.