Dec 13, 2010

Ser o no ser


A veces me cuesta ser. Simplemente ser. No es algo generalizable -aunque me gustaría tanto poder decir "a todos nos pasa lo mismo" o "todas las mujeres son así"-, y siento que de alguna forma generalizarlo sería evitar responsabilizarme de que es un tema mío, propio, individual, no del mundo.

Y si no es ser mujer, me complica estar casada, vivir en las complejidades del matrimonio, de lo que significa el amor, de lo que implica crecer al lado de un otro. Si no es el estar casada, me complica ser madre, qué tan bien lo estoy haciendo, qué me falta para ser mejor. Y si no es ser madre, me cuesta ser trabajadora, el tener un jefe, tener responsabilidades con otros, el tener que responderle a otros. Y la lista sigue, probablemente de forma eterna.

Me gustaría ser más light, ser de estas personas que no les preocupa nada, que pasan por la vida como si nada, sin interés en un significado más profundo, sin la preocupación de si lo están haciendo bien o no, sin preocuparse del ayer ni del mañana. Me gustaría ser de esas personas que se pueden reir con un chiste tonto, que se sienten a gusto con cualquier persona, que viven y dejan vivir. Me gustaría ser de esas personas que se levantan en la mañana listos para emprender el día, sin importar cuan repetitivo pueda parecer todo, sin importar que todas las semanas se parecen, sin importar si seguiré haciendo lo mismo durante toda la vida.

Me gustaría ser de esas personas que se sienten seguras en lo que hacen, que no dudan, que viven libre de cualquier pensamiento innecesario. Me gustaría ser de esas personas que se meten a este blog y lo cierran sin darle tanta vuelta, o de esas personas que no sienten ninguna necesidad de escribir un blog, ni de subir fotos a facebook, ni de ser alguien importante en este mundo, de esas personas que no ocupan valiosos momentos de vida en desear, esperar, ansiar: en fin, en esperar la vida en vez de vivirla.

Pero no. Soy de esas personas complicadas, compleja hasta en mi respiración, infinitamente crítica de mi misma y de los demás , asustada de lo que se viene o no en mi futuro. No vivo tranquila, y mi humor nunca es estable: hay días en que puedo estar alrededor de personas hablando de nimiedades, tomándome un trago, y estoy bien, pero hay otros en que sufro de lo inadecuada que me siento al estar entre otros que se sienten tan tranquilos al estar perdiendo el tiempo. Perdiendo el tiempo de qué? De cambiar el mundo? Soy de esas personas que tienen un lista de metas tan grande que sé que eventualmente terminaré sin hacer muchos y eso quizás me deprima. Soy de esas personas que está casada y logro encontrarle problemas en mi matrimonio donde no las hay. Soy madre, pero no lo suficientemente buena, y soy hija, lejos de ser la mejor.

Detesto tener un jefe y trabajar para otros, y sueño con el día en que pueda ser libre y manejar mis tiempos y -por deducción- me vida como quiera. Soy de esas personas que se queja de todo, de lo que fue, de lo que es, incluso a veces de lo que será. Sí, a veces soy negativa, y me la paso tirándole mierda a todo.

Pero a la vez, soy de esas que disfruta buscándole un sentido más profundo a la vida. El otro día le dije a mi amiga (OK, a mi terapeuta, pero detesto esa palabra! Siento que parezco payasa de Hollywood hablando de mi "terapeuta") -entre llantos- "Odio ser así!! Estoy sufriendo y no puedo vivir tranquila! Pero a la vez, prefiero ser así que vivir ciega entre tantos otros ciegos!" Disfruto buscándole el sentido más profundo a la vida. Y estoy segura que no es necesario ser un meollo de enredos cerebrales para finalmente encontrar ese sentido; de hecho, creo que todas las personas a las que admiro en este mundo, del pasado o del presente, son personas que han encontrado esa paz consigo mismas y con el mundo y que tienen una felicidad que les irradia desde todos los poros. Me tranquilizo con eso, con que una vez que pase esta gran pero gran tormenta en la que estoy envuelta, encontraré la paz y la aceptación que siempre he añorado.

Y creo que por eso me defino como mujer activista, no tanto por mi trabajo con los demás, por este blog, por mis pensamientos o filosofía. Es porque mi mayor lucha es diaria, es consciente, y es con la intención de vencer y encontrar ese estado de paz y tranquilidad. Aun me falta, amigas. Pero voy en camino.

2 comments:

  1. Jorge Bucay dijo o escribió algo así como que si tuviera un paciente absolutamente en paz con todo, él le inyectaría una pequeñita dosis de neurosis para hacerlo más humano. No es la cita exacta, pero por ahí iba. Y hoy recordé esas palabras, en uno de mis infinitos recorridos de caldo mental del porque-no-soy-de-otra-manera-distinta-a-la-que-soy.
    Por estos días, mi estrategia frente a instantes de aquellos es intentar recordar y hacerme lo más consciente posible de mi "humanidad", mis mortalidad, y de todo lo imperfecto que nos hace tan semejantes. Reconciliarme con ese hábito de mirar el pasto de la casa del vecino, de enjuiciar, de categorizar todo en útil-inútil-adecuado-inadecuado, viéndolo sólo como una parte del todo maravilloso de la condición humana que me fue brindada en esta vida. Recién alguien me ofreció fumar un pito, y me acordé de las primeras veces que lo probé llena de culpa, y de lo atroz que sería para mi vida si alguien de mi trabajo me sorprendiera en eso. Todos los discursos positivos hacia mi persona se irían al tacho de la basura, la reputación profesional, bla bla bla. Con este súperyo dándome alaridos, obviamente dije que no y seguramente diré que no en infinitas ocasiones más, lo cual no sería tema para mí, si no fuese capaz de reconocer que hay muchas cosas que me gustaría hacer, y que no hago, porque es el precio que decido pagar para que otros usen ciertas frases para referirse a mí y otras no. Releo esto y es casi nauseabundo, pero es una nauseabunda verdad: tengo el Deber Ser calado hasta en la médula. Y una de las cosas que me motiva a seguir este blog, además de adoptar otro tipo de acciones, es justamente atreverme a empelotarme y sacar a la luz todas estas debilidades, mirarlas de frente, ver mi lado menos adecuado. Porque Activismo, hoy para mí, es aceptar que tengo defectos innumerables, defectos que de alguna u otra manera me han servido de bastón para apoyarme, pero que corren el riesgo de transformarse en una caparazón que me encarcele de una vida con Sentido....... defectos que no surgen de maldad, sino de pura sobrevivencia. Y sí... quiero sobrevivir, pero sinceramente, no sé si a cualquier precio.

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  2. Lloro, esto es maldad, escribí largo, muy largo, y el señor blog se quejó de ello, y me borró TODO, todo, todo......
    Sólo soy capaz de reescribir el último párrafo, que decía que Activismo, hoy, para mí, es desnudarme frente al espejo implacable de mis verdades, esas que hablan de un super yo dando alaridos, de un deber ser calado hasta la médula,cobrándome precios altísimos por mantener ciertos discursos Adecuados de mi persona, precios a los que cobardemente he cedido; y al mismo tiempo, de un sobrevivir a partir de ser cómoda, tomar el camino fácil (y cobarde).... para poder dar el giro que llena mi alma de Sentido, el Sentido que tanto he admirado en otros, esos que eligieron Morir con consecuencia a sobrevivir a cualquier precio.

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